Cierra los ojos por algunos minutos y deja tus pensamientos
volar
por sitios de amor.
No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la
tierra,
ni tener ya resueltos todos nuestros problemas, pero podemos
a cada
minuto mirar con ojos de amor a cada cosa.
Si pensamos que todo es pasajero, miraremos con cariño lo
negativo
que te encamina a la elevación y perfección, y luego
observaremos
con felicidad el cambio del mal en bien, de tristezas en
alegrías.
Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos
hicieron llorar
ayer. Nuestras faltas de hoy también son las alegrías de
mañana. Las
personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los
problemas
se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para
renacer al
día siguiente.
No te quedes en el medio del camino, sigue adelante sin
rendirte.
¡Inténtalo!, porque allá al final... ¡algo GRANDE te
espera!.
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