No traten de disipar mi dolor con grandes regalos y
diversiones. Me duele el corazón y éste no sana con risas sino con caricias.
Todo lo que necesito es la garantía de que, aunque estén separados, ninguno de
los dos me abandonará.
Díganme con palabras y actitudes que puedo seguir amándolos
a los dos y ayúdenme a mantener una relación estrecha con ambos. Después de
todo, fueron ustedes quienes se escogieron mutuamente como mis padres.
No me pongan de testigo, de árbitro ni de mensajero en sus
peleas y conflictos. Me siento utilizado y responsabilizado por arreglar un
problema que no es mío. Tengan en cuenta que todo lo que hagan para
perjudicarse mutuamente, quiéranlo o no, en primer lugar me lastimará
personalmente a mí.
No se critiquen ni se menosprecien delante de mí, así todo
lo que digan sea la verdad. Entiendan que por malos que hayan sido como
esposos, son mis padres y por lo tanto yo necesito verlos a ambos como lo
máximo.
No peleen a ver cuál se queda conmigo, porque no soy de
ninguno, pero los necesito a los dos. Recuerden que estar conmigo es un
derecho, no un privilegio que tienen ambos y que tengo yo.
No me pongan en situaciones en que tenga que escoger con
quién irme, ni de que lado estoy. Para mi es una tortura porque siento que si
elijo a uno le estoy faltando al otro, y yo los quiero y los necesito a los
dos.
Díganme que no tengo la culpa de su separación, que ha sido
su decisión y que yo nada tengo que ver. Aunque para ustedes esto sea obvio, yo
me culpo porque necesito conservar su imagen intacta, y por lo tanto, el único
que puede haber fallado debo ser yo.
Entiendan que cuando llego furioso después de estar con mi
padre/madre, no es porque él/ella me envenene sino que estoy triste y tengo
rabia con ambos porque ya no puedo vivir permanentemente con los dos.
Nunca me incumplan una cita o una visita que hayan
prometido. No tienen idea de la ilusión con la que espero su llegada, ni el
dolor tan grande que me causa ver nuevamente que han fallado.
Denme permiso de querer a la nueva pareja de mi padre/madre.
Aunque en el fondo del alma me duele aceptarla, yo quiero ganármela para no
perder al padre/madre que pienso que me dejó por ella.
No me pidan que sirva de espía ni que les cuente cómo vive o
qué hago con mi otro padre. Me siento desleal para con él, y no quiero ser un
soplón.
No me utilicen como instrumento de su venganza, contándome
todo lo "malo" que fue mi padre/madre. Lo único que con seguridad
lograrán es que me llene de resentimiento contra quien trata de deteriorarme
una imagen que necesito mantener muy en alto.
Asegúrense que comprendo que aunque su relación matrimonial
haya terminado, nuestra relación es diferente y siempre seguirá vigente.
Recuerden que aunque la separación pueda constituir para ustedes una
oportunidad para terminar con un matrimonio desdichado o para establecer una
nueva relación, para mí constituye la pérdida de la única oportunidad que tengo
para criarme al lado de las personas que más amo y necesito: mi papá y mi mamá.
Recuerden que lo mejor que pueden hacer por mí -ahora que ya
no se aman es respetarse mutuamente.
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