“Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor
después de casarnos, después de tener un hijo y entonces después de tener otro.
Entonces nos sentimos frustrados porque los hijos no son lo suficientemente
grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos
porque son adolescentes (difíciles de tratar). Ciertamente seremos más felices
cuando salgan de esta etapa. Nos decimos que nuestra vida estará completa
cuando a nuestro esposo (a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor carro o una
mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.”
“La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que
ahora. Si no es ahora, ¿cuándo? Tu vida estará siempre llena de retos. Es mejor
admitirlo y decidir ser felices de todas formas. Una de mis frases: “Por largo
tiempo me parecía que la vida estaba a punto de comenzar. La vida de verdad.
Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero,
algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar. Sólo entonces
la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta que esos obstáculos eran mi vida”.
Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad.”
“La felicidad “es” el camino; así que atesora cada momento
que tienes y atesóralo más cuando lo compartiste con alguien especial, lo
suficientemente especial para compartir tu tiempo y recuerda que el tiempo no
espera por nadie... así que deja de esperar hasta que bajes cinco kilos, hasta
que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el
domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno o
hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que éste para ser
feliz... la felicidad es un trayecto, no un destino!!!!
Eduardo Galeano.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar